Veo el pádel como una excusa perfecta
para el desarrollo no solo deportivo, sino personal, de todo aquel o aquella que lo practica. Es un deporte que cuenta con unas características idóneas para extrapolar sus muchísimas enseñanzas a la vida diaria.
Soy de los que defiende que la educación deportiva va ligada al rendimiento deportivo. Una es consecuencia de la otra.
Esta pasión por aprender cada día algo nuevo derivó más adelante en la necesidad de transmitir a los demás lo aprendido.
Eso me llevó a crear un proyecto destinado a formar y educar desde la raíz, es decir, desde edades tempranas. WAY le ha dado forma a un sueño que siempre tuve y que no es otro que el de crear un entorno de comunidad donde las personas puedan alcanzar su mejor versión.